Amo a Vero porque es una persona excelente.
Pero sobre todo lo hago por su inversión en el tiempo.
Amo a Vero por sus ideas, y sus ideas harán que vosotros la améis también.
El pasado viernes (17/01/14), tuvo la maravillosa ocasión de inaugurar la exposición -de cara al público corpóreo- de su proyecto: video-llamada-acción, en la Galería Espaivisor.
No he podido ir a ver la expo, cuestión de tiempo/espacio, como siempre, pero sí tuve la oportunidad de participar en cada una de sus series.
Si eres de Valencia, vives cerca o pasas por allí, ves a ver la expo por que merece la pena conocer el proyecto. Incluso recomiendo que si estás pensando en hacer algún tipo de viaje/escapada/excursión, pienses en Valencia cómo destino, por que se están haciendo cosas la mar de interesantes al ‘abrigo’ de la señora Rita Barberá y una mayoría aplastante pepera.
Si no vas a poder ir, no te preocupes porque para algo está el omnipresente internet:
¿Por qué me gusta?
Porque conecta personas, y no sólo eso, sino también sus cabezas y sus ideas.
Porque crea a través del otro, para que el otro también cree.
Porque provoca una comunicación a través del lenguaje-otro, el arte.
Porque motiva el pensamiento poético.
Y en definitiva porque este ha de ser el camino del arte actual, llámenlo Arte Contemporáneo o cómo les salga de las bolas.
Yo, lo llamo: ARTE ABIERTO.
Mi experiencia
He querido hacer memoria, en vez de remitirme a cada uno de mis resultados de las diferentes series.
Serie I
En la primera serie del proyecto me sentí ciertamente extraña, ya que yo siempre he sido un poco reacia a ciertas maneras de arte (otro día explico cómo desapareció tal rigidez), cómo por ejemplo las performances. Pero me gusta mucho lo que hace Vero y confié en sus flores para ver sus frutos. El planteamiento inicial ya era atractivo, me recordaba un poco al tema de los cadáveres exquisitos, y he de decir que llevaba cómo un año liando al primero que se me ponía delante para hacer uno.
Así que me descubrí -en ella.
Los motivos de sus movimientos ante la cámara vinieron a mi cerebro cómo si yo misma estuviese ejecutándolos. Me situé en el espacio en el que ‘ella se encontraba’, y con esto quiero decir que ambas nos encontrábamos en un lugar cualquiera imaginado. El tiempo y el espacio vinieron con la luz, la iluminación; eso fue lo primero. Recuerdo pensar en mi abuelo, primero en mi abuelo fallecido, Miguel y a continuación en mi abuelo paterno Enrique.
[Ojalá mi abuelo pudiese comprender ese amor que siento por el y que se me sale en momentos así y de estas maneras por mucho que no vaya a verlo a menudo.]
Así que la muerte se había presentado ante mi, pero la luz arrojaba esperanza al asunto. Recuerdo sentir la incomodidad del espacio, en todos los lugares.
El texto me sobrevino durante la video-llamada, cómo un sueño, sólo tuve que transcribir mis conexiones mentales entre lo que vi, lo que sentí y lo que serian imágenes creadas por mi cerebro/recuerdos.
Serie II
De la segunda recuerdo con claridad lo siguiente: azul, taza de desayuno vacía, pájaro, batir, alas y la incomodidad (de nuevo) en relación al cuerpo-espacio.
Resumidamente: contendores/limitantes + la primera video-llamada-acción. Nuevamente la respuesta vino sin esfuerzo alguno.
Sinceramente, no creía que fuese a conseguir la jaula ya que son de estas cosas a las que se les tiene mucho aprecio, se cree que se va a usar eternamente (cuando llevan ya cierto tiempo en desuso) y de las que cuesta mucho desprenderse. Y es más, la que yo recordaba no era así.
Para cazar pájaros, mi abuelo Enrique tenía unas jaulas como estas, en las que había una ruleta/aspa con lengüetas. La jaula estaba abierta por arriba y se veía una de las lengüetas, en la cual había pegado alpiste. Al posarse el pájaro sobre la lengüeta para comer alpiste, la ruleta/aspa con lengüetas giraba y el pájaro quedaba atrapado en la jaula. Creo que mi padre no me trajo una de esas por que no son legales.
En mi familia paterna sienten algún tipo de devoción extraña por los pájaros. Les gusta verlos, oírlos cantar, animarlos a cantar y cantar con ellos, además de comérselos. Aman a los pájaros en todos sus sentidos. Se me ha ocurrido que quizá comiéndolos pretenden inconscientemente robarles algo de esa libertad que tienen los animales salvajes, y más los pájaros, ya que pueden volar.
Serie III
Repetición, repetición, repetición. A cada segundo que Vero avanzaba en su acción, se iba esclareciendo sin remedio la evidente conexión entre eso que ella hacia y una frase que había apuntado en mi ‘libreta del momento’ en relación a ciertos pensamientos que había tenido durante el día. Y lo curioso, es que este tipo de conexión/relación me ha pasado varias veces con ella. Mi reflexión era algo así cómo HOMOGENEIDAD DE HETEROGENIDAD. Así que el concepto estaba claro, y finalmente volví al tema del cuerpo. Podrían haber sido ventanas, podrían haber sido carteles, podrían haber sido gotas de lluvia. Pero fueron los pelos de mis piernas, unas piernas peludas formadas por cada uno de los diferentes pelos, mandando a la mierda el tabú sobre la depilación. Dos pájaros de un tiro.
Finalmente, rompí un limite.
Ese limite incomodo que se me había manifestado en cada acción.